26 de noviembre de 2014

El Último Sueño - Regalo



Este es un dibujo muy, muy, muy especial para mí. Tanto que he dudado sinceramente de subirlo al blog, pero he terminado decidiendo que, como todos los demás, es otra parte de mí, y por lo tanto merece el mismo trato.


Cuando lo empecé, estaba inspirada por una novela que acababa de terminar y que me había absorbido sin remedio. ¿Conocéis esa sensación? Es un estado como de tránsito en el que te encuentras durante unos días en los que constantemente recuerdas escenas, momentos y personajes de la historia, y cada uno lleva mil y un sentimientos asociados, por todo lo que su lectura supuso, por la identificación, porque les acabas queriendo más que a algunas personas que conoces. Eso los convierte en "reales", como bien dice la clásica fábula, y es algo tan, tan especial, que cuando te sucede no quieres que termine, pues es casi como un hechizo mágico demasiado delicado y puro, como un oasis en medio de lo mundano de la realidad actual.



Pues bien, este dibujo comenzó como un producto de ese "trance novelístico", si queréis llamarlo así, pero poco a poco se fue llenando de otros recuerdos, otros sentimientos, otras miradas, otros sueños... y acabó siendo un regalo, pues finalmente me di cuenta de que no era tanto mío como de otra persona. Había demasiado de esa persona en este dibujo, y tanto fue así que actualmente sigue en sus manos.



Aunque lo realicé hace algún tiempo, cada vez que lo miro, vuelvo a sentir todas esas emociones que vertí al dibujarlo. Es curioso cómo solo unas líneas sobre el papel pueden significar tanto.



Espero que lo disfrutéis.



Bolígrafo bic sobre papel.

El Príncipe de las Tinieblas



Un dibujo de hace ya algún tiempo, pero al que tengo mucho cariño. Siento la molestia de la marca de agua, pero es algo que considero necesario.


Es un Príncipe de las Tinieblas, tal vez. Lo cierto es que no lo sé. Cuando no tengo algo concreto a dibujar en mi cabeza, mi mano vuela libre con el papel, y poco a poco van surgiendo imágenes, símbolos aquí y allá, como si mi propia mente supiera bien lo que está haciendo y se sonriera mientras calla, y yo solo aguardo a ver el resultado final.



Las Tinieblas se pueden interpretar de muchas formas. Al menos eso pienso yo. Para mí, interpretar algo, sobre todo el arte, desde un punto de vista religioso es, como poco, limitarse de forma desmesurada. Por eso yo creo en las Tinieblas como una parte de nuestro corazón. Un lugar muy, muy recóndito, al que muy pocas veces tenemos acceso, en el que se guardan sentimientos muy profundos e intensos. Ya sea la más terrible desolación, o los deseos más ocultos de nuestro ser, lo que allí permanece define una gran parte de nosotros mismos. Por eso es necesario, de vez en cuando, mirar por un agujero a nuestras Tinieblas, que son nuestras y únicas, pero con cuidado, porque si se las mira demasiado tiempo, pueden llegar a consumirnos.



Realizado con bolígrafo bic sobre papel.

7 de noviembre de 2014

Halloween



Lo sé, lo sé. Halloween ya pasó. Pero es lo que tiene no tener casi un segundo libre para poder dedicar a este blog, al que tengo tanto cariño. 

A pesar de mi rechazo a muchos de los aspectos y costumbres de la cultura americana, debo confesar que no puedo resistirme a Halloween. Será tal vez porque adoro diseñar mis disfraces y maquillaje, e incluso los de otros, y adoptar la personalidad de cualquier criatura oscura y extraña que se me ocurra y, si se da la ocasión, dar algún pequeño susto a los pobre viandantes... 

Pero, para mí, Halloween es algo más. Es la fiesta de los espíritus, los fantasmas, brujas, demonios, y todas las criaturas oscuras, que esperan agazapadas todo el año a que llegue esa noche para exhibir su poder y su fuerza, e invadir el aburrido mundo humano y contagiarnos de su espíritu, haciendo aflorar los aspectos más oscuros y retorcidos de nuestra personalidad, y olvidarnos de la humanidad por unos instantes. 

Y aquí está, aunque ha tenido que esperar para mostrarse en toda su magnificencia. Mi Nosferatu. 

Se trata de una copia del Maestro de Ceremonias de El Circo de los Horrores (espectáculo que recomiendo fervientemente). Este Nosferatu en concreto, ha llenado mi mente de oscuras fantasías, y tal vez también las de algunos inocentes, ya que fue íntegramente realizado en el metro (es muy interesante ver las muy diferentes reacciones de la gente ante el mismo dibujo: desde la extrañeza y el disgusto, hasta la diversión). 

Y así, viajando de estación en estación, trazo a trazo, fue llenando el blanco de su oscuridad, y sus ojos parecían observarme muy hondo, como conociendo todos los recovecos de mi mente y mi alma, casi relamiéndose. Ya veis que me dejo llevar. 

Sin más, aquí lo tenéis. Espero que os guste. A mi me encanta.