13 de agosto de 2014

Bienvenid@s






Sed bienvenid@s a este pequeño rincón. 


Soy Raquel Gálvez, pero olvidemos las formalidades. Empecé a dibujar cuando aprendí a sostener un lápiz, en mi más tierna infancia, con esos primeros garabatos que todas las madres guardan de sus hijos. Sin embargo, con los años pasó de ser "una diversión" a una necesidad. A veces, si estoy muy quieta en una mesa, atendiendo algún discurso o monográfico, mi mano se rebela y comienza a trazar líneas en cualquier superficie plana con el primer bolígrafo o lápiz que encuentra, lo que me causa algo de desconcierto al tiempo que un tremendo alivio. 



¿Habéis estado alguna vez en el ático de una casa? Uno de esos en los que las familias guardan los objetos de fuera de temporada, las maletas, muebles viejos y bahúles llenos de recuerdos de los abuelos. Esos con una pequeña ventana por la que pasa la dorada luz del sol haciendo relucir las motas de polvo como si fueran pequeñas hadas y todo el lugar se torna mágico, místico, onírico, extraño... Pues esa es la intención que tengo para este blog. Ambiciosa, desde luego, pero qué le voy a hacer. 



Aún está algo desaliñado, demasiado vacío y triste, pero poco a poco iré añadiendo imágenes, retocándolo y perfilándolo, hasta que se vuelva más yo, más mío. Aquí colgaré mis dibujos, que están basados en experiencias, sueños, historias, canciones, secretos, susurros de voces extrañas, cánticos antiguos, leyendas, y cualquier cosa que haga que mi alma se estremezca. A veces son extraños e intimidantes, otras veces quieren ser dulces e inocentes y otras, ni yo misma lo sé. 



Por favor, recorredlo con total libertad. Yo estaré por aquí, rellenando las paredes con imágenes y detalles que le den forma. Serviros un té, chocolate o cualquier bebida de vuestro gusto y no dudéis en escribirme o dejar un comentario, pues eso hará este lugar algo más luminoso y colorido. 



Espero que os sintáis cómodos. Gracias por acompañarme en esta tarde de verano.